lunes, 13 de septiembre de 2010

La fuga.



Abrí los ojos la sensación de frío recorría mi piel desnuda, el aire era pesado impregnado de aroma a parafina mire a mi alrededor solo estaba iluminada por velas velas de color pálido triste deprimente y desesperante trate de distinguir algo mas pero solo veía sombras negras deslizarse de un lado a otro de la habitación mientras las llamitas débiles parecían extinguirse pero se aferrarse a la vida, escuchaba gotas de agua al chocar contra el suelo y desparramarse mi piel estaba húmeda la cercanía de las velas me daba una sensación de calor pero al vez corrientes de aire que venían de todas direcciones me atacaban erectaban mis pezones tensaban mis músculos y trababan mi quijada sentí un hormigueo deslizarse por mis manos asta mis antebrazos se encontraban atadas por una soga rasposa y gruesa sujetas a un poste de madera que se me clavaba en la espalda perecía ser un tronco de árbol , mis tobillos estaban fuertemente atados a dos postes mas que descendían del mismo era tremendamente incomodo mis genitales quedaban un tanto expuestos por la posición. Quise cerrar las pierna pero no avía manera los atados eran muy fuertes. En el fondo escuchaba susurros y lo que parecía ser un coro me aterraba.


Intente gritar pidiendo ayuda pero mi garganta estaba seca mi boca no tenia ni gota de saliva, de mi solo escapo un débil gemido, se acercó a mi una de esas misteriosas sombras acercó una mano huesuda fría y húmeda a mi boca y mojo un poco mis labios con una substancia viscosa y tibia sin decir palabra se alejo de mi. No pude ver su rostro. Alcance a preguntar -¿Quienes son ustedes? ¿Por que me tienen aquí? ¿Que es este lugar? solo alcance a escuchar una burlona risilla siniestra no dijo palabra alguna y siguió su camino .

Me enfurecí por la sed el dolor el cansancio y la burla, comencé a gritar-¡Maldito cerdo suéltame estúpido imbécil! Una bofetada me cruzo la cara -¡CALLA CERDA!- otra de aquellas sombras me ordeno y escupió mi rostro intente patearlo pero la atadura de mi tobillo me lo impidió ¡Malditos cerdos cobardes den la cara! ¿Por que se ocultan quienes son?! hijos de puta! apenas si termine de decir la frese cuando una nueva bofetada me hizo callar el ardor era intenso y me lleno de rabia grite enfurecida sin decir palabra solo gruñí como fiera barias carcajadas se dejaron escuchar al menos pude saber que eran cuatro personas diferente mi coraje se transformo de inmediato en miedo justo en ese instante una cubeta da de agua golpeo contra mi cuerpo estaba fría y nuevamente se dejaron escuchar sus burlas como jauría de llenas amenazantes.

Me llene de pavor, rabia he impotencia y no pude mas que llorar del coraje y gritar asta cansarme las sombras fueron desapareciendo una a una tras una pared muy al fondo de la habitación .

Cuando por fin cedí ante el cansancio de gritar y forcejear contra las cuerdas de las que inútilmente trate de escapar y mis lágrimas se terminaron. Escuche pasos acercándose

Nuevamente aparecieron las sombras una de ellas se acerco a mi -ahora te daré un poco de agua no la derrames es lo único que beberás. Parece que ya se termino tu furia.- ¿Tienes hambre?-debes tenerla te daré un poco de sopa.

¿Quien eres? ¿Quienes son ustedes?-pregunte enérgicamente.

¡Si que eres dura de ablandar criatura!- fue lo único que respondió vuelvo voy por tu sopa y se retiro dejándome en el tormento de la incertidumbre y en esa obscura desesperación.

Sus pasillos cortos y cansados hacían un eco débil en la habitación

Olía extraño como a hierbas secas y viejas.

Nuevamente intente girar mis manos para sacarlas de ese nudo me encontraba ya muy cansada y casi no sentía mis dedos.

El hormigueó era intenso.

Pase unos cuantos minutos sola.

Escuche de nuevo pasos que se acercaban pero de diferentes direcciones unos a mi espalda pero veía la sombra del viejecillo venir de frente a mi con un tarro de agua y un plato. Olí de inmediato la sopa era delicioso el aroma mi cuerpo reacciono de inmediato al olor mis mejillas se inundaron de saliva.

Se detuvo unos pasos antes de llegar a mí.

Mire sus manos sosteniendo lo que supuestamente comería y bebería.

Unas manos fuertes sostuvieron mis brazos no eran las de una persona mayor se acerco a mi desde atrás -¿Tiene hambre la putita? Este bien bajaremos un poco sus manitas salvajes para que pueda alimentarse. -

Su aliento era cálido su voz grave parecía ser muy corpulento me sorprendió me distraje observando al anciano con mi comida y no puse atención a los otros pasos tras de mi , me hizo saltar cuando hablo, desato mis manos mientras con un tono suave me decía.-No te portes mal y tal vez te dejare descansar de esa postura, depende de ti. Come tranquilita mientras lo medito. Soltó mis manos y yo me deje caer al piso sobando mis muñecas y hombros doloridos y agotados, las muñecas me ardían terriblemente pude distinguir entre la obscuridad de la habitación unos raspones oíbles en mi piel. Sentí las manos del hombre sujetar mis hombros con fuerza - Mira como te has lastimado ¡Que mal se te verán esas cicatrices bajo tus pulseras no seas tontita no te lastimes de esa manera! Me enfurecí de nuevo y tire manotazos sobre su rostro lo tome del cabello lo arañe creo y lance mordidas sobre sus manos que trataban de contener mi ataque. Gruñí se arrojo sobre mi caí de espaldas al piso con su cuerpo sobre el mío.

Extendió mis manos con fuerza, mordió mis censo, pezones, cuello y hombros, me beso cuanto se le antojo, mis manos tan presionadas contra el piso que me dolían ya no podía moverme. Me sentía agotada pero no me rendía trate de morder su boca, logre asirme de nuevo de un mechón de cabello el ya avía logrado aprisionar mi mano a un grillete que se encontraba clavad al suelo extendió mi otra mano y la aparición al otro extremo se abalanzó de nuevo sobre mis senos, gritaba y tiraba mordidas alcance a morderlo en la mejilla pero no con la suficiente fuerza para sostenerlo o lastimarlo me abofeteo. ¡Maldita perra salvaje pagaras! salió apresurado de la habitación y volvió con un trapo con el que me amordazo fuertemente.

-Ya bestia eh sido muy paciente contigo pero esto se acabo.- se tiro sobre mi y tomo mis pezones con ferocidad los apretó y retorció yo intente gritar pero la mordaza me lo impedía ¿DUELE SALVAJE BESTIA DE LA PRADERA?-¡Claro que duele, como me han dolido a mi tus arañazos pagaras por cada uno de ellos y por las mordías y golpes que has logrado atinar! Sé despojo de la túnica negra que lo cubría y se lanzo con una feroz mordida sobre mi cuello me beso con desesperación sus manos recorrían mi cuerpo ya vencido he indefenso, deslizo su mano asta alcanzar mi sexo que froto con brusquedad asta separar mis labios y hundir sus dedos dentro sin piedad.- ¡AHORA RECIBIRÁS UN HONOR QUE NO MERECES BESTIA!- Grito mirándome a los ojos con una expresión tan maligna que me estremeció. Intente serrar los muslos pero cuantas beses lo intente el me azotaba con firmeza en ellos. Por fin me penetro de una sola ves sin ningún tipo de delicadeza grite y gemí de dolor.

Se incorporo un poco y me miro ¡Ha de manera que te gustado, te has puesto jugosita, ¡que delicia de putita tan salvaje!

¡Ha, ha, ha....! una risa malévola y burlona se escucho. Al otro lado del lugar .Era el maldito anciano comiendo se mi sopa muerto de risa.

Cerré los ojos mientras ese maldito hombre terminaba de entretenerse con mi cuerpo se incorporo y dejo salir su liquido seminal sobre mi cuerpo y rostro. ¡Aaaaaaaah que delicia de perra salvaje han traído esta vez!

Se incorporo y escupió al suelo a un lado de mi, limpio el sudor de su cara y me lo unto el el pubis ¡Ahí te dejo el pago de tus servicios zorrita silvestre jajajaja.! Tomo su túnica se la puso y salió de la habitación diciéndole al anciano aséala pero no la alimentes tiene demasiado brío y hay que domesticarla un poco volveré mas tarde.

El anciano salió tras el y volvió después de un buen rato con un cubo de agua jabón y esponja.

Me quito la mordaza y entre risas mustias y crueles me dijo ¡Que buen rato le has echo pasar al patrón te aseguro diversión para rato si sigues así!

¡Malditos podridos hijos de perra!- le grite - jajaja guarda eso para el que es a quien debes entretener no a mi yo ya soy un pobre anciano cansado y no me provocas de esa manera!

Chiquilla mal criada si tu madre te hubiera azotado a tiempo no tendrías que ser educada ahora.

¿Educada? MALDITO ANCIANO ASQUEROSO, NO ME TOQUES! jajaja ya te he dicho que guardes eso, a mi no me sirve jajajaja sin embargo a mi me placen mas este otro tipo de caricias. Tomo la esponja la sumergió en el balde de agua la exprimió sobre mi cuerpo estaba helada mis pezones se erectaron mi piel se erizo yo no podía casi ni respirar. El frió me invadió de inmediato y comencé tiritar .El calor de mi cuerpo evaporo el agua, el unto la esponja con jabón froto mis senos con la esponja y con la otra mano retiraba la espuma. Su mano era cálida y me aliviaba un poco el frió -jiijij mira si que te han dejado calientita -¡mira vaporcito jijiji. Estas muy suavecita!- guardo un poco de silenció y siguió frotando mis senos- que grades y jugositos. Son tan suaves-retiraba el exceso de jabón no sin antes pasearse en repetidas ocasiones por ellos. Sumergió la esponja de nuevo y la exprimió sobre mí. Era un nuevo golpe de agua helada. Mi cuerpo se sacudía de frió acerco su cara a mi, saco la lengua y me lamió - mm... si ya estas limpiecita sigamos- Maldito anciano puerco hijo de perra - Tomo la esponja la empapo en el agua y me la lanzo a la cara - ¡Si que eres mal criadita eh ,pero no debes serlo conmigo yo solo estoy trabajando y ganándome el panecillo que me llevo a la boca , tu solo te dedicas a insultarme y complicar mis labores, te quiero obediente y calladita o tendré que decirle al patrón, lo difícil y grosera que eres conmigo- Comenzó a enjabonar la esponja y la deslizo por mis muslos froto mis piernas asta los pies donde puso especial atención. Froto por debajo y sobre ellos entre los dedos los tomo uno a uno y los limpio con esmero ¡Mira que lindos gorditos tienes aquí chaparritos rellenitos los enjuago con tanta dulzura los froto y acaricio tan cálidamente que los músculos de mi cuerpo comenzaron a relajarse solté los muslos, mi cuerpo comenzó a lamerlos la sensación era tan agradable y relajante a la vez que fue muy difícil no disfrutar el momento. Cando hubo terminado de deleitarse con mis pies siguió subiendo por mis piernas frotando firme, mientras me regañaba por ser grosera y mala con quien el llama el patrón. Seguía con su ritual de frotar y limpiar el exceso de jabón y se aseguraba que estaba bien hecho pegando su nariz a mi piel pero curiosamente ya no me irritaba muy por el contrario me sentía confortada. Volvió a enjabonar su esponja y comenzó a frotar entonces la parte interna de mis muslos y mis genitales deslizaban su rugosa esponja por mi sexo seguida por su mano. Para ese momento yo ya no escuchaba, tenia los ojos cerrados y solo sentía el placer intenso, la mezcla de sensaciones repetitivas , el fresco de el agua la rugosa suavidad de la esponja el calor y áspero tacto de la mano, el aroma delicioso a heno del jabón una tras otra me sometieron en una especie de trance malévolo. Mi sexo comenzó a lubricarse. La esponja frotaba intensamente mis parte intima, su mano se deslizaba con una precisión casi maestra era como si supiera donde me gustaba recorría por mi intimidad asta mis nalgas y culo .Comencé a gemir de placer y el no se detenía al contario ganaba espacios frotaba mas con mas firmeza yo gemía sus dedos comenzaron a deslizarse dentro de mi vagina y culo simultáneamente mis gemidos asían eco en la penumbra de la solitaria habitación y el deslizaba con mas rápidas y profundidad sus de dos dentro de mi con ambas manos me ocupaba. Mi cuerpo comenzó a tensarse mis caderas se levantaron y sacudieron un grito escapo de mi seguido de gemidos y sollozos placenteros.

Escuche pasos acelerados dirigiéndose a la aviación irrumpieron los demás hombres encapuchados al lugar gritando ¿Que pasa? -El viejecillo ya se incorporaba recogiendo sus utensilios del piso -Nada señores ésta zorrita cabrona que ha decidido estropear mi trabajo de limpieza y tuve que azotarla para que dejara de moverse pero ya he terminado y me arrojo el resto del agua sobre la cadera.

¿Ya has terminado? - si , si aquí ya eh terminado, solo me falta preparar el caballo del patrón junto a la salida que da al bosque regresare aquí solo a traer agua a esta malcriada, como me lo ordeno el patrón .

¿Podrían dejarme la puerta del fondo abierta? ya estoy muy cansado y no quiero ir y venir a la hora de dejar el caballo.

Uno de los hombres atravesó la habitación saltando sobre mi se dirijo a un muro en la pared contraria por donde salían y entraban. Esta se encontraba casi a mi espalda.

-¡Listo! Ten cuidado de cerrar la puerta cuando regreses.



Todos los hombres se retiraron incluyendo al anciano.

El cansancio me venció y comencé a quedarme dormida, el frió aun atacaba mi piel de vez en vez lo que no me permitía quedarme tan profunda. Escuche los cascos de un caballo estos se detuvieron y el crujido de una puerta que se abría seguido de los apresurados he inconfundibles pasos del anciano.

Este se acerco a mi, quito los seguros de los grilletes que sujetaban mis manos, desato mis tobillos y me extendió su mano para que me incorporara me ordeno. ¡Vete pronto el no tarda en llegar ,deprisa te he dispuesto un caballo tan brioso como tu, es muy rápido y respingón si logras treparte sin que te mate serás libre.

Corrí sin pensar en nada, cuando lo hice escuche el reventar de unos vidrios tras de mi di la vuelta y el viejo mañoso se encontraba tras de mi recargado en un poste con la frente sangrando los vidrios esparcidos por el piso.

Escuche voces que venían del pasillo y los gemidos del infeliz hombre pidiendo auxilio con una vos tan débil que apenas se escuchaba.

Continué mi marcha abrí la puerta y justo frente a mi se encontraba una enorme bestia blanca sus enormes ojos se encontraron con los míos la nobleza del animal era indiscutible su mirada lo reflejaba pero también ese espíritu juguetón como el de un niño inquieto. Lo tome por la rienda y lo jale hacia mi apoye mi pie en el estribo me sostuve del mango de la silla y este comenzó a caminar hacia atrás dificultándome la subida pero la desesperación me dio la fuerza para subir casi de un salto y que dar sentada sobre el animal. Apenas apreté las piernas y sujete la rienda el caballo relincho salió disparado conmigo sobre el .En un principio me azotaba el pubis contra el mango de la silla pero cuando agarro su trote paro la tortura. Sus cascos reventaban con furia el lodoso piso del bosque. El viento jugaba con mi cabello y su crin larga y blanca mientras la luna iluminaba su bella estampa y así meciéndome desnuda en el viento me fugue de ese infierno en medio de la obscuridad del bosque.











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